top of page
nuevo titulo.png

PODCAST: LA ÉTICA, LA MORAL Y LA MORALIDAD.

Introducción.

Para Fernando Salmerón la moralidad puede ser entendida desde múltiples perspectivas; como un hecho social que ayuda a conectar diferentes realidades sociales y a través de ella entender sus estructuras y cambios durante la historia, o bien desde la psicología como un elemento de la actitud, que se deriva de pulsos y creencias que ayudan a comprender al individuo o grupo del que forma parte.

En palabras de Diana Buzos y Ricardo Noguera, la moralidad es una capacidad normativa que poseen las personas, está dada por normas de comportamiento y sentimientos que nos ayudan a emitir juicios de comportamiento sobre cómo deberían o no actuar las personas y como deberían responder ante ciertas circunstancias.

Debemos entender que la moralidad es la ejecución de la moral en actos específicos, en otras palabras, es el ejercicio práctico de la moral y como tal, es algo determinado por la época, la sociedad y las circunstancias presentes.

Esta explicación está dada por la herencia simbólica, la cual pasa de generación en generación, a través del lenguaje (hablado y escrito), las creencias, el conocimiento y los valores que se transmiten o se suprimen a través de la educación formal e informal.  

Y es aquí donde radica la dificultad de separar los juicios de valor que hacemos cada día y en cada momento, los cuales tienen una carga de lo que nuestro sistema de creencias dicta como correcto e incorrecto y llevarlo hacia un razonamiento moral.

Es aquí donde entra la moral, ya que ella se encarga de probar mediante principios y postulados la universalidad ética y es la sociedad quien los acepta o rechaza en su práctica de la vida cotidiana.

Lo cual no es tarea sencilla, tomemos como ejemplo el principio a la vida, todos aceptan que la vida es una virtud ética, sin embargo, hay quienes consideran adecuada la pena de muerte o que se pueden hacer excepciones como en el caso de delincuentes o asesinos, en ambas posturas, son los valores y el contexto social de la moralidad de la persona la que determina que si se puede ir en contra de un principio ético universal como la vida.

En conclusión, la moral es el elemento teórico de la ética y la moralidad su ejecución o la puesta en práctica de la moral, los juicios de valor que las personas emiten en su vida cotidiana, están influenciadas por la herencia simbólica, sin cuestionarse la validez de ese pensamiento ya que es afín al contexto social, sin embargo, no necesariamente buenos, ya que no practican el ejercicio de pensar en términos éticos y morales.  

 

Sin embargo al no practicar el ejercicio de pensar en términos éticos y morales no son necesariamente buenos.

 

Y en el término profesional, ya lo mencionó Rousseau desde 1750, “seguimos formando físicos, matemáticos, médicos, pero no ciudadanos éticos. Lo cual resalta la importancia de la ética en todas las ciencias.

 

La ética y la moral son dos caras de la misma moneda. Su diferencia radica en que la moral es la actuación de lo bueno y lo malo en la vida cotidiana, y la ética es la reflexión filosófica sobre ese comportamiento. Por eso a la moral se le conoce como moral vivida y a la ética como moral filosófica., es decir, es el saber teórico-practico de la moral.

La moralidad no es más que el término moral utilizado como sustantivo y es el modelo de conducta establecido en una sociedad concreta.

La palabra “ética” significa algo muy parecido a “moral”. Sin embargo, podemos señalar la siguiente diferencia: “moral” se refiere al conjunto de los principios de conducta que hemos adquirido por asimilación de las costumbres y valores de nuestro ambiente; es decir, la familia, la escuela, la iglesia, el vecindario en que se desarrolla nuestra infancia.

También se refiere a las normas que se nos imponen en esos ambientes, con base en la autoridad; no desde luego la autoridad legal, sino precisamente moral: los imperativos de nuestros padres, sacerdotes o maestros, que recibimos pasivamente y sin cuestionamiento antes de adquirir el “uso de razón”. “Ética” se refiere a algo diferente: el intento de llevar esas normas de conducta y esos principios de comportamiento a una aceptación consciente, basada en el ejercicio de nuestra razón.

En ese sentido, la ética es la mayoría de edad de la moral. No la excluye ni se le opone; simplemente cambia su naturaleza, haciéndola pasar de lo recibido en forma pasiva o inconsciente, a lo asumido de manera activa con pleno discernimiento.

La moral se basa sobre todo en el sentimiento, en el amor y temor que sentimos por nuestros padres y otras personas que contribuyen a nuestro desarrollo físico y espiritual.

 

La ética, por su parte, descansa en el libre ejercicio de la crítica racional sobre los valores recibidos, que los convierte en algo que uno puede justificar ante sí mismo y ante los otros.

En el uso corriente del lenguaje, “moral” se asocia con un fundamento religioso, en tanto que la ética se asocia con una reflexión intelectual. En nuestra sociedad pluralista, coexisten varias religiones, el agnosticismo religioso y el humanismo no teísta.

El carácter de la moral asociada con las creencias religiosas, basada en argumentos de autoridad y en revelaciones particulares, hace difícil discutir el tema de los valores entre personas de distintas confesiones. La ética, en cambio, por fundarse en la razón –común a todos los hombres, ofrece un terreno neutral donde todos nos sentimos capaces de ofrecer y rebatir argumentos.

 

Referencias:

  1. Fernando Salmerón. La ética y el lenguaje de la moralidad.

  2. Diana Buzos y Ricardo Noguera. Moralidad: construcción de herencias. UNAM. http://www.revista.unam.mx/vol.17/num2/art10/

Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza
Carrera de Enfermería

© 2023 by Name of Site. Proudly created with Wix.com

bottom of page